Aquí el noveno capítulo de la historia, espero que os guste y que disfruteís con Clare y James :)
Johanna,
Alanna y James están sentados alrededor de la mesa conversando; me siento en la
silla que queda libre en frente de Johanna y al lado de James.
-Siento
el retraso, -digo- ¿de qué hablabais?
-¡Oh!
No has llegado tarde, querida,- dice Alanna- es más todavía tardaran cinco
minutos en servir la cena.
-Hablábamos
de vuestras habilidades, ¿alguna en concreto?
- Soy
ágil- digo encogiéndome de hombros- puedo escalar arboles de nueve metros en
pocos minutos.
-Muy
bien…- dice Johanna pensando- ¿algo más?
-No, no
mucho más.
-¿¡Qué
no mucho más!?- me pregunta James incrédulo, se vuelve hacia Johanna- No solo
es ágil, su padre es médico y conoce toda la anatomía del cuerpo humano, podría
matar a un hombre con un solo golpe en el sitio adecuado; tiene una puntería
excelente y creo que podría acertar con cualquier arma que le pusieras delante
y es inteligente, muy inteligente.
-¡Vaya!-
dice Johanna- Con eso puedo trabajar mucho mejor. ¿Y tú, James?
-Si le
das un hacha no dejará nada en pie.- digo sin meditarlo mucho- Es muy fuerte,
puede cargar el doble de su peso y es sensato y planificador, es horrible.
Unos
avox llegan con nuestra comida y veo toda clase de platos que me encantaría
probar; cuando estos se van James
empieza a coger de una especie de puré verde.
-Con
vuestro permiso, me muero de hambre.- dice sirviéndose en el plato.
Miro
alrededor y me encuentro con un retrato del Presidente Snow, el cual no había
caído que estaba allí, rápidamente aparto la vista y veo a Johanna mirándome.
-Entonces
puntería… Y fuerza…- dice ella con media sonrisa- Puedo trabajar bastante bien
con ello. Mañana por la tarde estaremos en el Capitolio; mientras tanto… Cuando
acabéis veremos las repeticiones.
Acabamos
de comer en silencio y nos sentamos delante de la televisión. El programa
comienza y los comentaristas dicen que este año parece haber buenos tributos.
Comenzamos
con la del 1: Una chica de 13 años con cara de sorpresa y un chico de 15 con
sonrisa de suficiencia.
Los del
2 son prototipos idénticos a los de todos los años: la chica de 16 y el chico
de 18, los dos con cara de suficiencia, poderosos y mortíferos.
Los del
3 no pueden soportar que sus ojos se vean llorosos: la chica debe rondar los 14
y el chico con gafas ronda los 17. Inteligentes, tienen cara de serlo.
El 4, los
últimos profesionales: la chica de 15, nada diferente a las de los anteriores
años; el chico es que me preocupa más debe tener 16 y cuando sale elegido oigo
que mucha gente grita: ` ¡Shark, Shark!´ ¿Me pregunto por qué será su apodo?
Los del
5 son como deberían ser: la chica de 13, con un puchero y los ojos llorosos, el
chico de 18, con cara confusa y rascándose la cabeza.
Cuando
toca el turno del 6 los comentaristas empiezan a casi gritar cuando sale la
chica: 17 años, y peligrosa, muy peligrosa, su cuerpo es perfecto y su cara es
divina, ¡creo que hasta yo podría enamorarme de ella! El problema viene
después, cuando veo que no muestra nada, dura, encima, veo como James mira la
pantalla embobado y mirándola… El chico tiene 12, ¡es una barbaridad que nadie
salga a rescatarlo! Y tiene una de las caras más adorables que he visto, me da
pena al verle llorar.
Después
salimos nosotros y veo mi cara, cuando salgo voy medio aturdida… Pero cuando
pronuncian el nombre de James veo todos mis pensamientos reflejados en mi
rostro. Débil, patética, indefensa, blanco fácil. A por ella, seguro que es lo
que están pensando todos. La ira me sube todavía más cuando veo todo el dolor
en mi rostro cuando James sube y me da la mano. No hay una sola muestra en su
cara de que nos conozcamos…
Los del
8 son poco destacables a simple vista: chica de 14, y chico de 15.
Cada
vez presto menos atención, porque lo único que quiero es tirar algo.
Los del
9 son un poco más interesantes: la chica tiene 16, y se sorprende bastante
cuando llaman al chico, que debe tener los 18, y es guapo, bastante guapo, y
probablemente lo más prepotente que ha pisado la Tierra al ver la cara de furia
y desdén con la que sube. Seguro que piensa: ¿Por qué nadie sale a sustituirme,
con lo guapo que soy?
Los del
10 son aburridos: 16 y 13. Los del 11 no memorables: 14 y 15. Y para cuando
llegan los del 12 seguro que la mitad de Panem ha perdido ya el interés: 13 y
15.
Los
comentaristas vuelven a decir los interesantes que serán estos juegos con la
gran variedad que hay, y si, seguro que lo son.
El programa se acaba y la ira todavía me inunda. Johanna apaga la tele y se nos queda mirando con una mirada inquisitiva. Yo me levanto de sopetón antes de que diga nada y me dirijo hacia la puerta, pero antes de llegar a ella vuelvo a encontrarme con el retrato del Presidente Snow, el culpable de todo esto, de que haya quedado como una niña estúpida, de que haya muerto tanta gente, de que tenga que combatir contra James, el culpable… Antes de que mi rabia siga aumentando cojo un cuchillo de cortar carne que hay en la mesa y lo tiro hacia el retrato, seguido de otro, y otro, y otro… Todos van acertando en puntos específicos que se que son letales y provocarían una muerte rápida; cuando veo que no me quedan más cuchillos mi mano alcanza un tenedor y elevo el brazo para tirarlo, pero alguien me agarra la mano tan fuerte que no consigo ni moverla dos milímetros.
-Clare,
para- oigo decir a James despacio.
-Suéltame-
le ordeno, pero como veo que no lo hace intento calmarme y entonces enfoco la
realidad y veo objetivamente el retrato de Snow.
Tiene,
5, 8, 10, 15. Le he tirado 15 cuchillos acertados, y ninguno ha dado a un sitio
que no fuera a causarle la muerte. Suelto todo el aire y asiento con la cabeza.
Cuando James suelta mi mano clavo el tenedor en la mesa hasta el fondo soltando
la poca rabia que me quedaba.
-¡Clare!-
me grita James en tono de reproche. Me coge de los hombros y hace que le mire,
está muy serio y veo que se está enfadando conmigo- Para, ya. Ni la mesa, ni el
retrato tienen la culpa de todo esto.
-¡El
hombre pintado en él, si!- le grito sin ser muy consciente de ello, me deshago
de él y me vuelvo había Johanna, la cual me mira muy sorprendida- ¿Grabáis todo
esto?
Ella
asiente con la cabeza y veo como Alanna me mira con el ceño fruncido. Suspiro.
-Siento
mucho lo del retrato y la mesa, Alanna.- me disculpo, aunque realmente no lo
siento mucho y me dirijo a Johanna- Necesito hojas y bolígrafos, y que me
volváis a poner las grabaciones de nuevo, es hora de que empiece a hacer lo que
mejor se me da: observar y descubrir.
Me dan
lo que le pido y me dejan actuar, las próximas tres horas me dedico a rever las
selecciones, una y otra vez. Apuntar en
cada hoja el nombre, edad, físico y carácter de cada tributo. Rebobino y
adelanto partes, más deprisa, más despacio; cada detalle, cada gesto, cada voz…
Todo es importante, saco hipótesis de cada tributo, hipótesis que iré
perfeccionando hasta el día que nos suelten a la Arena, voy a conocerles, sabré
sus puntos fuertes y débiles, y los usaré en su contra. No soy débil, y como lo
crean… Lo tendrán crudo conmigo. Ahora, si, es este momento. Que comiencen los
sexagésimo octavos Juegos del Hambre.
ME ENCANTA, sigue así :) Pásate por mi blog:) http://losjuegosdegale.blogspot.com.es/
ResponderEliminarEl capi fabuloso como siempre, te he nominado a unos premios en el blog http://cantodesinsajos.blogspot.com/
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